Los antiadherentes se aplican en diversos sectores de la industria alimentaria y de forma extensa en panificación para resolver problemas de adherencia de masas en las bandejas y/o moldes, para evitar adherencia de suciedad, de polvo, etc., y para mejorar el desmoldeo, y minimizar la fricción de las masas una vez horneadas. Los recubrimientos antiadherentes consiguen, en definitiva, mejorar los procesos productivos en la industria de la panificación.
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